¿QUIÉNES SON NUESTROS HÉROES Y HEROÍNAS GUINEANOS?, Por José Eugenio Nsue

BINGOKOM, 13 Junio,2020

¿QUIÉNES SON NUESTROS HÉROES Y HEROÍNAS GUINEANOS?, Por José Eugenio Nsue.

"El hombre que en una humilde esfera hace lo que puede, obra más heroicamente que el que, en otra más alta, omite una acción noble que estaba en su mano" (Sir Richard Steele, escritor irlandés, 1672 - 1729 ). 

En un lenguaje humano, hablado por los humanos, se define el héroe o la heroína como la persona que se distingue por haber realizado una hazaña (acción de gran esfuerzo y valor) extraordinaria, especialmente si requiere mucho valor; un héroe nacional sería una persona que se distinguiera por haber realizado una hazaña, una proeza extraordinaria de gran valor que le fuera a suponer un gran esfuerzo por la nación, algo que llena de orgullo a sus paisanos. Nuestro país no puede presumir de contar con muchos héroes y heroínas a lo largo de su poco más de medio siglo de su andadura independentista, además  de los Padres de la independencia, o sea, aquellos que murieron por reivindicar y luchar por la total autonomía de nuestra nación, la República de Guinea Ecuatorial; no obstante, ha habido guineanos y guineanas que con su esfuerzo intelectual o físico o con su arte han alegrado y emocionado si no a todos, a muchos guineanos y han llevado el nombre de nuestro país por todo lo alto con orgullo; esos merecen ser considerados como nuestros héroes nacionales, algunos son anónimos y otros, muy populares. ¿Quiénes no se acuerdan de los cantantes: Maele, Fifi la Mirey, las Hijas del Sol, Mbomeche, Elenita, Masto Ribocho, Titoy Bolabote...; de los futbolistas: Chiqui Bueriberi, Macuanja Gongolo, Siro Mao, Luciano Osa, Tito Bolo, etc; del humorista: Wanto; o del trovador: Nve Meñe...? pero, ¿cómo han acabado unos y cómo están muchos otros?: en una absoluta mendicidad si no en la indigencia. Nuestras instituciones, nuestros políticos son incapaces de apoyar, promocionar, sostener económicamente a nuestros artistas, actores, deportistas y escritores que son la marca de nuestro país y los garantes de nuestra cultura como hacen los demás países. 

Estos días, están circulando por las redes sociales las imágenes de la que fuera, no ha mucho, la única estrella de verdad del fútbol femenino de toda la historia de nuestra nación, Genoveva Ayongman, acostada en una cama de alguna curandería; otras donde está sentada en una cama de algún hospital con un aspecto lamentablemente, también abandonada a su suerte al igual que muchos de los otros nombrados recién.

A muchos ya no nos sorprende el desprecio y menosprecio que el régimen  dictatorial tiene hacia los verdaderos hijos e hijas del país, aquellos y aquellas que realmente dan la cara por su nación con su trabajo, arte, o hacen que Guinea Ecuatorial sea conocido no como un país de chorizos y enajenados; lo que duele, y duele mucho es ver cómo el pueblo que debería empatizarse con los que injustamente están siendo discriminados, ninguneados, ignorados y mandados al ostracismo más absoluto habiendo sido los ídolos y orgullo nacional, es el que les culpa de sus desgracias pero, a la vez, eleva en los altares a aquellos que no han hecho jamás nada positivo por el país, ni tampoco han hecho ningún solo gesto heroico, una sola hazaña ni individual ni nacional. Los que hoy son aclamados como héroes nacionales, los han elevado en los altares de todas las iglesias nacionales, que sirven de referentes para toda la juventud nacional, todos los que llevan el apellido Obiang, rey de Akoakam, o llevan sangre de su entorno, ¿ qué han hecho para ser tratados con tanta reverencia? ¿Qué han hecho para entrar a formar parte de la categoría de los héroes nacionales? ¿Desde cuándo la cleptomanía, la ignorancia, el embrutecimiento, la criminalidad y la agresividad ya forman parte de los valores heroicos de las naciones y de las personas? ¿Qué han hecho y hacen a nosotros para que los aplaudamos y los llevemos en volandas?

Sabíamos que toda Guinea Ecuatorial padecía, además del Coronavirus psicótico que hace que hasta los llamados facultativos huyan despavoridos cuando ven acercarse una sombra humana a sus centros, del Síndrome de Estocolmo ( estado psicológico en el que la víctima de un secuestro, o persona detenida contra su propia voluntad, desarrolla una relación de complicidad con su secuestrador), pero los niveles de sometimiento, de entreguismo y de miedo hacia la 'sagrada familia de Akoakam' y su régimen represor a los que ha llegado han roto todos los parámetros inimaginables. Ahora las víctimas se han convertido en verdugos, los verdugos en víctimas; ahora toca atacar, culpar, reprochar e ir contra los que sufren porque no hicieron nada para evitar su sufrimiento: el que se enferma es por su culpa y su obligación de curarse por su cuenta; el que no tiene trabajo, es su culpa porque tenía que encontrar trabajo como sea y si no, inventarlo; las madres que no pueden criar a sus hijos por falta de medios, son su culpa porque deberían procurar tener medios suficientes para el cuidado de sus hijos; escasean alimentos en los mercados nacionales, es culpa de los ciudadanos que debían abastecer con sus esfuerzos los mercados para que no falten alimentos. 

Ayongman no debía enfermarse porque había sido capitana de la selección que dio muchas alegrías al país, porque salió a jugar fuera y como ganó mucho dinero debió volver al país a construir hospitales modernos, equiparlos, dotarlos de profesionales cualificados para cuando esté enferma ir a curarse en ellos; como no lo hizo pues, que se enferme y se muera en la miseria. Maele y Fifi la  Mirey... debieron acabar como acabaron porque habiendo sido grandes y exitosos cantantes, debieron ganar mucho dinero, volver al país, construir grandes hospitales y chalets, traer grandes médicos, dotarlos de medicamentos para que en cuanto se enfermasen fueran a curarse ahí... Guinea Ecuatorial es el único país del mundo donde los ciudadanos son los que deben de dotar al Estado de infraestructuras, construir escuelas y hospitales, fomentar el empleo, crear servicios sociales para la protección de los artistas, escritores, actores y, sobre todo, de los más vulnerables y mientras tenemos un gobierno de más de cincuenta ministros, un presidente, un Vicepresidente, cuatro primeros ministros viviendo a cuerpo de rey; esos no tienen culpa de nada, no son responsables de nada, tampoco tienen ni función ni misión, y son nuestros héroes. Manda carallo, dirán los gallegos. 

Así lo pienso y así lo digo; ¿ qué os parece?