BINGOKOM,12 Junio,2020
LA TRAGEDIA DE UN PUEBLO AGONIZANTE ; Por Marcelo Ndong Obono
Los
humanos sabemos que, cuando una situación se nos desborda y
pasa de los límites de la paciencia, sucumbimos y se nos escapa el
tren de la esperanza y vemos todo con el color de la fatalidad. Y a
nadie se le ocurre aplicar en su vida, ésta frase de Sidney
Jourard: “ El
hombre aprende cuando lucha para alcanzar las metas y proyectos que
significan algo para él “ es así la triste realidad que viene
arrastrando los pueblos de la república de guinea ecuatorial,
necesita renacer a la libertad por motivos puramente humanos,
necesitamos trabajar y explorar más en el tema del altruismo y
solidaridad.
Necesitamos esperanzas, necesitamos aliento y sabiduría de un pueblo que
quiere a comprender lo que realmente pasa en esa porción de
tierras guineanas; es así tan grave y lamentable el estado de cosas
allí, que otros países necesitan saber de qué barro está
formado el hombre y la mujer guineo ecuatorianos/as. Mirad. Cuando yo
regresaba de mi primer exilio por los años ochenta, el sacerdote
y mis tres compañeros seminaristas, - por respeto a los difuntos,
no puedo decir sus nombres – cruzamos
las fronteras de Ebolowa – Mbam
dos ciudades de la república de Camerún hasta Kyossi, que linda con
la república de Guinea ecuatorial; continuamos a pie, hasta la
ciudad guineo-ecuatoriana de Ebibeyin. La gran caminata no nos resultaba
pesada porque también nos servía para conocer los pueblos de la
ciudad de Mbam-camerún y sus habitantes y como es tradición en los
pueblos de áfrica, paramos y descansamos en la casa del pueblo no
sin un poco de aguardiente de vino de palma, lo que hacía menos
llevadero nuestro camino destino a Guinea Ecuatorial.
Mi
sorpresa no fue tanto los aires de deseo de estar en mi país; sino
más bien, nos deteníamos a saludar a gente, durante otra caminata
desde Kyossi pasando los pueblos de la ciudad de Ebibeyin,
porque continuamos a pie para pernoctar en la ciudad de Micomeseng;
en algún lugar de esos poblados, nos llamó la atención el hecho de
que muchas casas estaban cerradas en pleno día, ya sabéis, algo que
no siempre ocurre en un poblado fang, y le preguntamos al abuelo: “
Papá. Qué pasa que las puertas están todas cerradas a esta hora? A
lo que el anciano nos mira, y hecha una sonrisa lentamente, meneando
la cabeza y nos contesta: AAh!! Hijos míos! Aquí hay una cosa
grande...! Nosotros, un poco perplejos como la inocencia de un niño,
le preguntamos. Papá, qué es? dice: “ Kong “ esto es lo que
deja vacío el pueblo…….Ya nadie tuvo que hacerle más preguntas,
creo que fue más el susto, que otra cosa, nos levantamos y seguimos
el camino hasta llegar a Micomeseng,
porque al día siguiente, ya nos esperaban en el antiguo seminario
inmemorial, San Francisco Javier de Nkuefulan.
De
modo que, no hay palabras de dolor y sufrimiento para expresar lo que
está atravesando los pueblos de Guinea Ecuatorial, Me duele decirlo: están
viviendo con el miedo hasta el tuétano, desde varias décadas y esto
resulta muy difícil liberarse y ahuyentarlo. El hecho de comprender
dicha situación tan lamentable para el hombre del siglo XXI, no nos
justifica que debe seguir el malestar hasta los siglos, a no ser que
algunas personas que lo ven como normal y justificable por el hecho
de que el país está bien y no necesita de nada; y los aplausos si
bien, merecen la pena… Válgame Dios ¡!!! Esa es la clase de
personas que nuestros hermanos de otras repúblicas de áfrica
central, quieren ver y conocer. No deja de ser increíblemente
cierto. Cómo es posible que ciertos guineanos sientan que todo va
bien en este país? Porque a éstas alturas del abismo que está
sumergido guinea, los aduladores y seguidores del régimen de
Malabo, o están afectados por esos motivos que ellos mismos saben,
se refugian en las drogas y alcohol o todas esas evasivas responden
a comportamientos suicidas, créame. Qué clase de personas estamos
formando?
No
conozco a un hombre aislado, sino que el hombre puede ser distinto de
los demás; ésa no es razón para que esté encima del otro hasta
tratarle como esclavo y torturado. Y estoy con el Papa san Juan Pablo
II, hace falta un gran sentido de solidaridad entre los pueblos y las
personas, más aun, en esta situación de la epidemia mundial que
estamos viviendo. La solidaridad es un determinante firme y
perseverante de empeñarse por el bien común; no debe ser solo un
sentimiento superficial como le pasa ahora unas pocas instituciones
y personas e incipientes, para no decir nada, que se presentan en los
actos de caridad social bajo la bandera de la primera dama, es más,
el altruismo no esconde detrás una ideología;
El
altruismo y la solidaridad con los que sufren de cualquier modo,
es una actitud definida y clara de procurar el bien de todos y de
cada uno en particular venga donde venga. A todos nos llama a la
responsabilidad, y lejos de algunas siglas partidistas, hacer el bien
es amar y amar hasta el extremo. Qué mal hay en ello ? el altruismo
cristiano no entiende de trampas ni zancadillas en vista de una
situación deplorable como para arrinconar a unos, y apreciar a
otros, según qué barrios; esto es no hacer nada cuando se
descubre que no hay amor ni responsabilidad. Sí. las raciones de
alimentos de cualquier ayuda humanitaria o sanitaria, corresponden de
igual modo a lo que llega a otros en otros países? Muchas imágenes
de donaciones de países también africanistas, no nos hacen
protagonistas; pero tal vez, no ayudan a abrir los ojos y ver la
realidad que hay detrás de nuestras fronteras; sólo por eso, me doy
la libertad de decir gracias a las redes sociales; Hace falta
propuestas cristianas y todos sabemos lo que dicen doctrina social de
la Iglesia en materia de libertad religiosa y participación. Cfr. G.
Spes. Si podemos aliviar la suerte del prójimo, escucha lo que dijo
Nehru, un gran líder
indio: “decía
que la novedad en su país no era el hecho de que muchos muriesen de
hambre –así fue desde siglos- sino que el país hubiera tomado
conciencia de que habría podido no morir de hambre. “ Y
efectivamente, ésta es la señal y el contexto que se encuentra en
los pueblos del llamado tercer mundo, o sea, también estamos allí:
donde hay conciencia de la injusticia, de la propia situación. Dios
mío…!! Qué
bueno sería que surgiera desde guinea ecuatorial– in situ-las distintas formas de atender a los marginados en todas
sus dimensiones, llámese “Cáritas, ” jóvenes solidarios, o
asociaciones culturales -o- simplemente grupos de apoyo humano
contra la soledad de los mayores tanto en los barrios como en los
poblados, ojalá. Bendito sea. Y Benditos serán los que desde aquí,
en la diáspora podremos llenar esa hucha y mandárselos para
promocionar dichas iniciativas Etc. ... Son vidas que ayudan a
los demás. Estos son vidas que salvan vidas. Eso es asombroso…
Este es evangelio de la caridad. Cfr, 1 cor 8, 1 La ciencia engendra
soberbios, mientras el amor edifica; son dos realidades de un mismo
motor humano. La caridad es el cemento que el cristiano emplea en la
construcción de la ciudad del hombre. Y así se ve, cuando se
pretende construir personalidades porque la caridad cristiana va más
allá que la mera filantropía que solo construye templos humanos sin
apenas transcendencia alguna. Cómo lo echo de menos ¡!
Esta
es la teología política que hay que construir y así lo entendían
los primeros cristianos; el
culto cristiano de los orígenes se expresaban de dos formas
inseparables: la predicación de Cristo y de su palabra, la Oración
y la vida común; seguían siendo judeocristianos como lo somos
también nosotros: Cristianos de África. No inventaron un culto
nuevo ni buscaron a Dios donde no estaba. Nosotros en cambio, parece
que lo hacemos al revés. Desmitificamos las verdades divinas
inspiradas en el libro sagrado y la pregunta es: excluimos a la
iglesia institucional o se auto-excluye de la actividad social como
opción posible para hacer crítica y evitar confrontación política
en la lucha por la justicia y la dignidad de las personas como opción
posible para la coherencia de los valores evangélicos? Otras voces
hablan de una caridad circunstancial; pero, pocos saben que no
puedes ayudar a los pobres destruyendo a los ricos. En la misma línea
habló Abraham
Lincoln: “No
puedes fortalecer al débil debilitando al fuerte;” No se puede
promover la fraternidad del hombre incitando el odio de clases. Y
sigue, No se puede ayudar a las personas de forma permanente haciendo
por ellos lo que ellos pueden y deben hacer por sí mismos.”
La
crisis de la pandemia covid- 19,
y toda la repercusión que ha tenido y sigue teniendo en los hombres
sin posibilidad de afecto, hambrientos y encerrados en cuarentena,
debe ayudar a mover las conciencias de los hombres y mujeres de mal a
una cita por la reconciliación y el perdón de todo lo que han
diseñado de horror y asesinatos incluidos las violaciones de los
derechos fundamentales a los guineo ecuatorianos porque es muy
importante saber que la razón humana es capaz de Dios, y su juicio será inminente para los que no practicaron la misericordia
para con sus hermanos los pobres. Porque en el Dios de los oprimidos,
ya se cumple todas sus profecías en este pequeño país que nos vio
nacer.
Un
abrazo a todos.
P.
Marcelo Ndong Obono
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