Fuentes: Le Nouveau Gabón
"Considerado como uno de los países que avanza hacia la libre circulación de personas en la subregión, Guinea Ecuatorial acaba de cruzar una etapa importante en esta dinámica con la adopción de su pasaporte biométrico Cemac.
Un gesto que la Comisión de la Cemac acogió ampliamente, en una reunión de consulta con miembros del gobierno de Guinea Ecuatorial, el 12 de septiembre en la ciudad de Bata. En este contexto, la Comisión también alentó al país a establecer su comité nacional de origen para facilitar la certificación y venta de productos nacionales en el espacio Cemac.
Oportunidad para el Ministro de Estado de Integración, Baltasar Engonga Edjó, de felicitar al presidente de la Comisión, Daniel Ona Ondo, por sus esfuerzos por integrarse. No obstante, Engonga dijo que estaba a favor de la libre circulación controlada con especial énfasis en la capacitación de los agentes de la policía fronteriza."
En opinión de la redacción de Diario Utamboni, las declaraciones de Engonga recogidas por "Le Noveau Gabon" se contradicen plenamente con las últimas directrices adoptadas por el régimen de Obiang en relación con la política fronteriza ya que, recordemos que, en este último periodo estaba en proyecto la construcción de un muro de contención en la frontera con Camerún que, de haberse llevado a cabo, obviamente, hubiera dificultado la libre circulación de enseres y personas.
Esta es la línea política que suele adoptar el gobierno: un doble discurso que, por un lado, pretende engañar con bonitas palabras a la comunidad internacional con el fin de acallar las voces de violaciones de los derechos humanos en el país, mientras que, por el otro lado, sigue actuando contra los intereses de Guinea Ecuatorial y contra sus ciudadanas y ciudadanos.
Por otra parte, cuando el Sr. Engonga se refiere a la "capacitación de los agentes de la policía fronteriza" es el colmo del cinismo, ya que si tenemos en cuenta la actitud y el comportamiento actual de las fuerzas del Estado, sólo podemos esperar que esos supuestos agentes fronterizos actúen como chulos de bar, con actitudes prepotentes, y que desempeñen su trabajo con el único objetivo de enriquecerse fraudulentamente mediante extorsión y cobros ilegales.
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