Estos días, y por éstas fechas, toda la cristiandad universal tiene presente lo que significan éstas fiestas de navidad y principio del año en curso, como dias señaladas de fiestas y celebraciones. Celebramos la navidad, dias determinantes en gran parte de la humanidad de nuestra era.
Un gran acontecimiento que data el cristianismo desde el nacimiento de
Jesús, el redentor y salvador de nuestra historia personal y colectiva,
se refiere al Cristo histórico y el Cristo de la fe. Y el motor de
nuestra actitud es la esperanza. Reconozco lo
difícil que es hablar de la espera en un mundo sin esperanzas ni
ilusión para muchos de nuestra sociedad de consumo, de luchas y hasta la
indignación en un mundo vacío de Dios y lleno de superficialidades;
La fé debe cultivar esperanza y serenidad para ésta
nueva generación. Todos coincidimos en que la navidad es tiempo de
alegría, de mirar al futuro de sembrar concordia entre las familias
porque en realidad, toda vida humana es esperanza; si bien, vivir es
esperar. Una Navidad sin esperanza ni alegría en las
familias es una navidad triste porque duele vivir, sin ganas de vivir;
y nos consta que la esperanza cristiana se fundamenta en Dios, y así lo
cantamos en las liturgias de estos días: "Mirad que llegan días.."
La esperanza es vivida con ilusión y entusiasmo no ingenio modernista
sino una total valentía y desafió aun permaneciendo en nuestras aldeas y
preparando la navidad. Un Anabaptista Bernard Rothman, Teólogo
Reformador y Líder del s. XVI en Münster (Alemania)
empezaba su discurso diciendo: " Una vez pregunté a un niño, quien era
Jesucristo? Y me contestó: Una estatua..se pararon las risas, y seguía
un silencio sepulcral, sin apenas explicar el porqué de esta actitud
infantil. Con ello este orador quería subrayar
lo que son las incongruencias de datos biográficos y la ineficacia de
quedar sólo en las simples noticias de la vida privada de Jesús, como si
quisiéramos canonizar los apócrifos de Dionisio el grande en judea, ó
el mismo Eusebio de Cesarea entre otros. lo
que motivó la incomprensión de Jesús histórico y el Cristo de la fe. La
actitud crítica sólo se quedó en mirar una foto, por ejemplo, y no se
fijó en la función y la predicación de Jesús, ni su condición de hijo de
Dios. Puesto que celebramos La encarnación,
centro del misterio cristiano, la Navidad nos regala
esperanza-fe-caridad en el ser humano; celebrar la Navidad con
panderetas es cuando vibran las cuerdas vocales cantando la navidad con
elementos típicos de nuestra cultura africana hoy más que nunca,
fragmentadas
desgraciadamente.
Pero la cuestión es, cómo cantar la navidad sin panderetas, sin familia,
sin ilusión, sin alimento que llevar a la boca para todos esos hombres y
mujeres más vulnerables y sin perspectivas de futuro ? Menudo
espectáculo... lamentablemente, estimados lectores...
No celebro la navidad en un mundo injusto, de indignación y donde me envuelve un ambiente de Injusticias contra injusticias; La indignación es la situación de todos; el paro general ha tocado techo; intimidación y muertes genocidios están a la orden del día, la desesperación llega hasta la tónica general, vaya por Dios!!! Ayudadme, queridos amigos a recuperar lo que pregonaba el profeta: " El pueblo que caminaba en la oscuridad y andaba con miedo, vió una luz intensa que les brilló ( Isais; 9,1-5 ) No podemos cantar unas navidades cuando hemos pasado toda clase de intimidades, humillaciones...vamos a cantar el bingo de unas navidades que creemos en el rostro alegre de nuestros jóvenes que suspiran miradas de novedad y de emprendedores de hombres de hoy porque sabemos que de tal interés, tal genio y efectivamente esto se consigue con carisma, genio y entusiasmo. Creo que el hombre es relacional y, como todas las personas, es . Una relación hay que valorarla, en el amor y respeto. Toda persona es sagrada aunque no entendamos esta categoría noética - espiritual - pero es la única realidad valiosa y razonable. Y vivir una esperanza desde esos ámbitos de la conciencia y el conocimiento, nos escribe E. From: Experimentamos dificultades porque en realidad, todas se concentran en el hecho de que arrastramos necesidades y carencias elementales que nos tiranizan porque exigen ser satisfechas y eso hace para alguna gente, vivir buscando compulsívamente ser amados; créanme amigos lectores, este nivel profundo de la persona convierte al hombre en una caja conjunta de capacidades y necesidades.
A mí me interesa desde este punto de vista, tener una esperanza confiada, una actitud que, de tal manera, no puedo vivir unas fiestas donde se ve en cada momento caras largas, escasos de conocimiento y conciencia y a todo ese teatro, añádele sus rostros preocupados porque juegan a dos bandos lo mismo que sus armas de doble filo, y así está el panorama. Me cuesta celebrar unas Navidades donde la injusticia es aplaudido y la honradez pisoteada, válgame Dios!!! La incompetencia de mis hermanos estómagos agradecidos denota que no estaban cuando los acontecimientos de persecuciones a los cristianos, se leía esta inscripción: "Roma no paga a los traidores " No se puede celebrar unas navidades improvisadas, se improvisa papa Noel, a veces el hombre de Cromañón lo hará mejor y con sentido común, donde se reparten juguetes a los niños y niñas en primera fila y eso no les soluciona el problema de la escuela primaria ni la alimentación necesaria simplemente. Qué bien me hubiera venido esas aulas democráticas que sólo se quedaron a medio camino y sólo en "Una iniciativa" la de devolver la ilusión y esfuerzos de muchos jóvenes que no tuvieron la oportunidad de expresar aunque fuera de bromas, sus ganas de avanzar en la linea de la democracia de los pueblos y apenas pudieron cantar el himno nacional como si en coplas de los villancicos se tratase. Por lo menos, no hubiesen recorridos kilómetros enteros para hacerse con un diccionario de la real academia española, para comprender éstos términos que hoy se les prohíben. Quiero pensar que la historia OS juzgará.. no sé, si es lo que quiso decir algún prelado guineoecuatoriano....
No quiero celebrar unas navidades y año nuevo, sin panderetas ni tambores a ritmo de tam-tam, donde Dios es rechazado al principio de la lucha, ni las mujeres llenas de generosidad y de su singular afecto maternal que les caracteriza, ni cuando los niños han perdido su inocencia sagrada, a no ser que me invitan a celebrar el Ocaso de un imperio que me invalida durante un medio siglo, Allí sí serían unas estupendas navidades para ésta nueva generación de los diez y ocho. Mi deseo es que tengáis una Feliz navidad todos.
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