Bingokom, 19 agosto, 2019
Cuando uno piensa en la inmensidad de recursos externos e internos que posee cada estado soberano en África, - ya sean administrativos, instituciones, recursos humanos, y también los sindicatos donde los hay, contando incluso con la voluntad política de hacer las cosas bien,… - Y te encuentras que esta riqueza cultural se desperdicia, y no se tiene en cuenta, entonces uno comprende el porqué en áfrica siempre se nos presentan imágenes de crisis y miedos, más que retos; como una de las formas rápidas de ignorar la realidad global de este continente verde, cercano y cada vez más desconocido y olvidado.
No me refiero al áfrica postcolonial, sino a las estadísticas del reparto de áfrica para los europeos del siglo XXI, que sólo ven en áfrica, silencio y miedo. Razón de más, hemos conocido la peor crisis de todas las dimensiones. Tengo apuntado aquí, dos crisis muy importantes como para citarlo porque suponen en primer lugar, el hecho de vivir aquí y ahora, la falta de unión con Dios en lo profundo del alma y transformar nuestra experiencia religiosa a lo que hemos sido llamados, y no, donde hemos estado como religiosos. “ Vivimos en una cultura de miedo, bajo la bandera del opresor; el Panafricanismo y los poderes fácticos importados en Occidente, cada vez entienden menos esa situación de lo que le pasa a la mente del hombre y mujer ecuatoguineanos. Todos sabemos, que, si lo ven, no lo entienden. Se trata del factor miedo, superstición e irracionalidad que amenaza la buena relación del hombre con Dios y destruyen lo que fue el deseo de felicidad estimula el ser humano.
Hablamos de los factores evidentes que impiden el crecimiento de la Iglesia y su razón de ser: No sé lo que es primero; si la crisis de identidad o el miedo a avanzar en la pastoral y en la explicación exegética del mensaje cristiano que Jesús proclamó para la gente de nuestro tiempo – las bienaventuranzas del monte, ( Mt ) –
Pensar en el sufrimiento solidario, es compartir en su cura y en la justicia, pero el diseño se nos presenta distinto, y a veces disparate para algunos, qué lástima. Y no saben que el miedo suscita cuestiones que obstruyen el proceso de humanización, tal como lo estamos viendo y el hombre está empezando a reivindicar. No podemos vivir así. En el contexto sociopolítico, la idea de una sociedad en gran medida de una cultura de miedo, lo calificó como llenar el ambiente desfavorable, manipulador , y con fines políticos; y esto es lo que tenemos: muchos hombres y mujeres venden su dignidad humana, aceptan encargos de mal gusto, y hasta se contentan en la miseria; no hace falta preguntar por dónde acontece esto…. El miedo inunda nuestras calles, nuestras mentes, y hasta bloquea nuestras relaciones interpersonales de unos con otros. Tenemos miedo a salir en La calle, miedo a lo que dirán si me ven con ese fulano…etc. Voy a plantearlo de otra manera: El miedo es convencional, y la Iglesia católica no puede permitirse vivir con dicotomías que agravan las crisis a las que se enfrenta. La Iglesia en África vive momentos de especial relieve en el que se juega la autenticidad del seguimiento evangélico en un mundo marcado de Injusticias, corrupción a tope, hambrunas, y terrorismo en sumo grado, aquí se contempla entre la prudencia pastoral, el miedo o lo que se interpreta como silencio cómplice. Tres paradigmas que, no puedo juzgar porque no todo el mundo sabe lo que es vivir con miedo desde el tuétano, hasta en las barreras de cada poblado en el país del valle de lágrimas. Es más, El miedo ha llegada hasta la diáspora, quién lo iba Imaginar ¡!!!
El miedo nos controla, y vivimos con el miedo en las venas, pues para afrontarlo, hay que reconocer el hecho. El miedo hace estragos en mi pueblo; y crea mecanismos para atemorizar. No le quito el valor al día 5 de Marzo 69; Pero la experiencia me dice que el miedo empezó cuando nuestro PF le comunicaba este mensaje al episcopado guineano: “ Ya sabeís que, cuando yo no esté, ya no disfrutareis de esos favores y prebendas…” Así se dijo, así lo creyeron, y así lo aprendimos, y así nos vá. ; como si todo fuera todo privilegios en un estado de derecho….Qué malo es cuando se confunden los derechos y los privilegios… Y tan malo es también, cuando no se sabe el concepto de cada asignación en los presupuestos del estado,… Vágame Dios ¡!!!!!!
La cultura del miedo es control mental; término por el cual, afecta esa emoción negativa, la indiferencia y la suma apatía de todo lo que ocurre a mi alrededor. El Miedo y el terror es lo que llueve en Guinea Ecuatorial, sea lo que sea, no hay quien lo niegue, porque nos tiene cogidos a todos. De este modo, la cultura del miedo es la lámpara en nuestras estructuras de la mente, la ansiedad del individuo concreto, que afecta a todas las estructuras psicológicas; Amén donde no hay estructura política ni seria ni organizada. Me gustaría hacer un análisis psicológico del miedoso porque tiene sus referencia; pero no puedo, porque no soy ni Psicólogo ni Analista. Pero me quedo con las ganas. ---------------------
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