Armengol Engonga y Severo Moto (PPGE) |
Diario Utamboni, 29 de agosto de 2018
Ayer martes 28 de agosto, surgió un bulo
sobre Armengol Engonga, vicepresidente del Partido del Progreso, y su supuesta
visita a Mauritania para entrevistarse con Alejandro Evuna Owono Asangono, un
enviado de Obiang, el dictador. El bulo, publicado en un periódico digital, fue
rápidamente difundido por las redes sociales, tal y como sucede en estos
tiempos de fake news, donde no se
contrasta la información y se difama impunemente a gran velocidad compartiendo
y reenviando con un solo click. Por otra parte, como cabía esperar, han surgido
críticas feroces contra el propio Armengol, Severo Moto, y el PPGE, de
activistas y “espontáneas” que, sin verificar si la noticia era real, se han
apresurado a criticar y verter acusaciones contra ellos.
A estas horas, ya se ha puesto de manifiesto
la falsedad del bulo: Armengol NO ha visitado Mauritania y no hay ninguna “conspiración”
secreta del Partido del Progreso a espaldas de sus socios de la oposición. Y
pongo “conspiración” entre comillas porque sí, de eso tratan los fakes: de fabricar conspiraciones, decir
medias verdades, sembrar la duda, construir mentiras que esconden diversos
intereses de fondo.
En ese sentido, cabe preguntarse qué
intereses se esconden tras ese bulo ¿poner en peligro la concordia entre los
partidos de la oposición? ¿Poner en duda la honestidad de Armengol y de paso la
credibilidad del Partido del Progreso? Por otra parte ¿quién o quienes están
interesados en hacer circular dicho fake?
A menos de dos meses del 12 de octubre, fecha
de la Independencia de Guinea Ecuatorial de España, y con una situación de
incertidumbre sobre el futuro próximo de la situación política en el país, las
difamaciones y los ataques gratuitos a las fuerzas políticas en el exilio, no
hacen más que entorpecer el camino para lograr volver a Guinea Ecuatorial en
libertad.
Si de verdad se desea el fin del dictador, es
necesario un clima de prudencia, serenidad, humildad, y generosidad para poder
hacer un frente común. Prudencia, para verificar siempre informaciones antes de
difundirlas y dañar la imagen de las personas; serenidad, para superar nuestras
diferencias y entendernos desde nuestras coincidencias; humildad, para reconocer
nuestros errores y pedir disculpas cuando se haya ofendido y generosidad, para
aceptar dichas disculpas y poder seguir por el mismo camino. Y a buen
entendedor, pocas palabras bastan…
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