José Eugenio Nsue |
DIARIO UTAMBONI, 08 Diciembre 2018
"Una de las causas principales de esta situación, tanto en el plano político como en lo que denuncio en el ámbito de lo eclesial tiene su origen en el ascenso al poder absoluto, tanto en la política como en los cargos de la Iglesia, de personas del pueblo fang, la "etnia" mayoritaria que ha llevado a cabo medidas, tanto en lo público como en lo religioso, que han anulado prácticamente al resto de pueblos...". Rvdo. padre Eduardo Losoha.
Algunos venimos denunciando que la utilización de los conceptos de etnias, clanes y tribus como fórmulas para la división social en África es el verdadero obstáculo para la democratización, la saña convivencia y el entendimiento de este continente ya que, hace tiempo, mucho tiempo que esta manera primitiva de clasificar los grupos sociales había desaparecido en el resto de los continentes del mundo mundial y les está yendo muy bien en cuanto a la convivencia y el entendimiento entre los ciudadanos. Mientras que algunos africanos hacemos ese esfuerzo ímprobo para la unificación y la integración de todas las etnias y tribus para una sana, concordia y civilizada convivencia de las personas en las sociedades multiétnicas como las que vivimos en esta aldea global que es el planeta tierra, otros siguen empecinados en querer hacer prevalecer aquello que divide, segrega y separa a las personas; tal es el caso del padre Eduardo Loshoa.
Cualquiera con dos dedos de frente tiene que saber que toda África está dividida por etnias, tribus y clanes; Guinea Ecuatorial es un minúsculo país africano que sólo tiene cinco grupos étnicos cuando los hay que tienen cientos de ellos.
Todo el mundo con dos dedos de frente sabe que Guinea Ecuatorial desde su independencia allá por el año 1968, está gobernado por una sola familia, la familia de los NGUEMA: Francisco Macias NGUEMA BIYOGO, el tío que ganó democrática-mente las únicas elecciones digno de ese nombre que se haya celebrado en el país que, por cierto fue votado por los bubis, ndowes, annoboneses, bujebas además de los fangs; y, desde el 3 de agosto del año 1979, por su sobrino, Su Majestad Obiang NGUEMA I quien mató a su tío a través de un golpe militar, y desde entonces no ha cesado de asesinar, torturar, encarcelar, humillar y arruinar a todos los guineo-ecuatorianos que no son de su familia o de su círculo de amigos, todo ello en connivencia con sus incondicionales fang, de su tribu y de las demás etnias (bubis, combes, bisios, annoboneses), sin excepción.
Esa leyenda falaz que tratan de contarnos algunos bubis, combes, bisios y annoboneses, menos mal que no son todos, desde España, precisamente en España; un país que a pesar de estar celebrando 40 años de democracia, está más convulsionado y a punto de estallar por cuestiones del separatismo (Cataluña y País Vasco), de que una etnia, la fang, es la que está arruinando a todo un país y hace la vida imposible a todas las demás etnias. ¿A caso somos también los fangs los que hacemos que Gabón, Camerún, Tchad, Centroafrica, Togo, Nigeria, República Democrática del Congo, Congo Brazaville, Angola, Sudáfrica, Somalia, Kenia, Mauritania, Egipto, Marruecos... estén como están?
Los guineanos separatistas y los españoles separatistas son como los vasos comunicantes, se ayudan mutuamente. Qué curioso que los minúsculos bubis, combes, bisios y annoboneses separatistas como el padre Loshoa encuentran acomodo, se afincan mayoritariamente en aquellas Comunidades Autónomas españolas donde el independentismo campan a sus anchas (Cataluña, Euskadi y un poco el Archipiélago canario), tienden a pre-fabricar la historia para luego contársela a otros ingenuos lo que les conviene para su mayor gloria.
Que todo un sacerdote cristiano y católico, Eduardo Loshoa que fue ordenado sacerdote probablemente por un obispo fang (entonces, los fangs no eran sectarios ni caníbales), perteneciente a la misma Iglesia católica, apostólica y romana se ponga ahora a despotricar contra los fangs y contra la cúpula de la Iglesia (acusa a Vaticano de ser cómplice con la dictadura guineana), es para suspenderle a divinis. Que una persona que se comprometió a llevar el mensaje de Cristo, Su Evangelio, a todos los rincones del mundo y se comprometió a ser el testigo de Jesús quien vino precisamente al mundo para unir y no para dividir, para ayudar y perdonar y no para condenar y castigar, esté separando a las criaturas divinas, hijos de Dios en fangs y bubis; en malos y buenos; que apoye la violencia (fue condenado por cooperar activamente contra los asesinos que estaban dispuestos a exterminar a los fangs y, además puso al servicio de los violentos vehículos de Cáritas y de la diócesis para acometer matanzas). ¿Dónde se han quedado las palabras de Jesús de 'amar a vuestros enemigos y rezar para los que os odian...'?
Eduardo Loshoa y sus protectores no sé han dado cuenta de que Jesús eligió a los 12 apóstoles sin tener en cuenta ni el origen, ni las etnias, ni la condición social de los elegidos, hasta hubo entre los Doce hermanos de padre y madre; ¿por qué no eligió a griegos, romanos ni a samaritanos; porque los discriminó? En cambio ellos, Loshoa y compañía, critican el hecho de que la cúpula de la Iglesia guineana no tiene a bubis.
Si los que hablan de las cuestiones africanas y de Guinea Ecuatorial en particular sólo hablan de las divisiones étnicas y tribales; si no son capaces de ver qué la desgracia del país, los que han sembrado el odio, las torturas, las muertes y la destrucción en el país son una familia en concreto, la familia real de Akoakam de Obiang Nguema I y sus incondicionales que le apoyan, defienden y consienten y estos son de todas las etnias nacionales sin excepción..., es no entender nada de lo que ocurre en el continente africano.
Lo más indignante y que enerva en el auge del separatismo, la discriminación y la supremacía del hecho diferencial en España y en Guinea, que suele ser la antesala del fascismo, es que también lo promueven aquellos que se supone que se habían bautizado en el cristianismo y se habían ordenado sacerdotes con la misión de servir a toda la humanidad sin excepción e iban a continuar la misión de Jesucristo en la tierra: unir a los pueblos, practicar la justicia, fomentar la solidaridad y practicar el amor que es el principal mandamiento del cristianismo; se dediquen justo en hacer lo contrario, es decir, fomentar la división, el tribalismo, la violencia, la discriminación y el separatismo.
Cataluña y el País Vasco en España se han convertido en la cuna del independentismo y la discriminación racial, hecho que ha entrado dentro de la Iglesia. No es difícil ver en esas Comunidades autónomas a curas y obispos radicales y ultra nacionalistas, que encabezan manifestaciones pro independencias; hacen las homilías en sus lenguas nacionales y se niegan hacerlas en el español. Cuentan que la banda asesina ETA fue fundada en la Iglesia en el País Vasco y que algunos curas se negaban oficiar misas de exequias por los no nacionalistas. Lo mismo pasa actualmente en Cataluña donde buena parte del clero catalán y obispos se están manifestando públicamente a favor de la independencia. Entonces, no es de extrañar que los bubis, annoboneses o bisios como Losoha vayan a buscar refugio en esos rincones.
¿Qué dirían los ilustres santos catalanes y vascos San Antonio María Claret, San Pedro Claver, San Pedro Nolasco, San Ignacio de Loyola, San Francisco Javier de Navarra..., grandes impulsores del cristianismo en el mundo y ejemplos de cristianos amantes de la unidad de todas las naciones en el nombre del Señor Jesús, si volvieran a sus lugares de nacimiento?
Querido reverendo padre Eduardo Loshoa, así no se hace patria; mentir a sabiendas no es de buenos cristianos y engañar tratando de dar pena para que los de corazón limpio se apiadan de uno, tampoco es de los hombres valientes.
La las fábulas y leyendas que algunos os vais contando en las regiones separatistas en contra de los fangs, al final va a ir en vuestra contra cuando os conozcan realmente quiénes sois y qué pretendéis. En ninguna parte del mundo hay etnias buenas y otras malas; no hay razas buenas y otras malas... En todo el mundo mundial lo que sí hay es gente buena que hace el bien y gente mala, que hace el mal, no hay más diferencias; y tú lo sabes, lo deberías saber. Lo demás es ser un miserable y ruin. Estoy seguro que no eres ni lo uno ni lo otro, simplemente que te has vuelto a equivocar y tampoco pasa nada que, para eso tenemos un buen sacramento: la confesión.
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