Bingokom,22 de febrero 2020
LAS LENGUAS MATERNAS Y LA COHESIÓN SOCIAL ENTRE LOS PUEBLOS AFRICANOS.
"Todas las lenguas y cada una de ellas cartografian un mundo posible, un calendario y un paisaje posibles. Aprender una lengua es ensanchar in-conmensurablemente el provincianismo del yo. Es abrir de par en par una nueva ventana a la experiencia "(George Steiner, escritor y catedrático de literatura anglo - norteamericano, 1929 - 2020).
No hace mucho, resurgió en el grupo de WhatsApp de los hijos del Inmaculado Corazón de María, claretiános, un debate recurrente entre los guineanos, sobre todo los de la diáspora, sobre la conveniencia o no que los hijos nuestros hablen nuestras lenguas maternas además de las oficiales o las de sus lugares de nacimiento. Los que lo exigen dan como ejemplos envidiados, los magrebíes con su árabe, los chinos con su mandarín, los europeos y norteamericanos con su español, francés, alemán, italiano, inglés, etc; muchos países africanos del África negra cuyas lenguas son habladas por millones de personas: swahili ( Tanzania, Kenia, Congo - Kinsasha...), mandjaco o criollo ( Guinea Bissau, Gambia, Cabo Verde, Angola...), wolof ( Senegal, Mauritana, Gambia, etc), zulú, afrikaans, tsonga ( Sudáfrica), yoruba, hausa, ibo (Nigeria), picinglis o pidgin English (Nigeria, Camerún, Guinea Ecuatorial...), etc.
Lo cierto es que cuanto más lenguas domina uno, más puertas se le abren para la integración, para las relaciones profesionales, sociales o sentimentales así como para la cultura y el arte porque precisamente algunas de las funciones principales de las lenguas, los idiomas, son para transmitir la cultura, las tradiciones, los sentimientos, el arte... Claro que es conveniente y necesario que nuestros hijos aprendan y dominen las lenguas originarias, no maternas, de sus progenitores para así iniciarse en la cultura y las tradiciones de esos pero, hay muchos reparos o reservas para llevarlo acabo.
Para empezar, a diferencia de las otras lenguas antes citadas africanas, europeas y asiáticas donde sus lenguas son vehiculares, es decir que sirven no solo para la comunicación, intercambios como para la enseñanza, los servicios y la administración; en muchos casos son también las únicas que dominan, utilizan bastantes habitantes de esas naciones o pueblos, muchísimos padres son las únicas que utilizan en sus ámbitos domésticos y de trabajo; son también idiomas oficiales de uso obligatorio en los medios de comunicación, escuelas, universidades y en la administración.
En cambio, en nuestro caso de Guinea Ecuatorial, nuestras lenguas maternas, el fang, el bubi, el combe/kombe, el bisio/bujeba o el annobonés, no son oficiales, no se enseñan porque son ágrafas y cada vez ni se habla siquiera en los ámbitos domésticos; el uso de nuestras lenguas maternas o vernáculas en las grandes aglomeraciones donde hay personas de más de una etnia resulta hasta discriminatorio si no ofensivo ya que los que no pertenecen a la etnia cuya lengua se esté hablando pueden ofenderse creyendo que se están metiendo con ellos; tanto en las parejas mixtas donde uno de los cónyuges es de una etnia distinta o de otro país como en las de una misma etnia, ya no se comunican en las lenguas particulares, maternas, sino las oficiales; tampoco se utilizan ni en las escuelas, ni en las conversaciones entre amigos, en los parques o lugares de ocio..., por lo tanto, una lengua que no se utiliza ni para comunicarse, ni para relacionarse, ni para aprender entonces, ¿para qué sirve?
Yo ya dije en alguna otra ocasión, sintiéndolo profundamente que estemos perdiendo las raíces intrínsecas de nuestro acervo cultural como son nuestras hablas, pienso que el hecho de utilizar un solo idioma entre todas las etnias de una nación es lo mejor que nos ha pasado tras la colonización; diría que la principal aportación de la colonización porque, caso contrario no se entendería que nos identificaran como individuos de una misma nación si no fuera porque tenemos un idioma común; ¿ qué nos uniría a los fang con los annoboneses, esos con los bubis, los bubis con los ndowes, los ndowes con los bisios?, eso sería el Arca de Noé. Me atrevo a decir que uno de los mayores escollos del des-entendimiento de los africanos son precisamente la proliferación de tantas lenguas en un mismo país porque como se ha quedado demostrado, detrás de cada lengua hay toda una cultura, toda una tradición, toda una concepción (cosmovisión) de la vida, toda una forma de ser, de pensar y de vivir. Un país como Nigeria, Sudáfrica o Camerún donde se cuenta por centenares y centenares de lenguas si no tuvieran un idioma común, ¿cómo se entenderían sus habitantes y cómo se gobernaría?
¿Con esto estoy diciendo que había que desterrar las lenguas maternas?: ¡¡¡noooo!!! Creo que ha de ser primero la labor de los filólogos, lingüistas y pedagogos, en nuestro caso guineanos de todas las etnias, para estructurar nuestras hablas, luego cambiar el sistema educativo del país para acomodar su aprendizaje siempre con la finalidad de cohesionar la sociedad guineana y nunca atomizarla aún más haciendo que las lenguas se conviertan en instrumentos de separación.
Mientras tanto, me conformo con que mis hijos dominen a perfección el español, inglés y francés para que sean ciudadanos no de Mabewele - Esandón, sino del mundo; ¿el fang?: tendrá que esperar hasta que vayan al pueblo donde nacieron los padres, a ver si para entonces encuentren con quien hablarlo.
Así lo pienso y así lo digo; ¿ qué os parece?
No hay comentarios:
Publicar un comentario